viernes, 20 de mayo de 2011

ILUSIÓN Y ESPERANZA

Tenemos experiencia.

Sabemos que las revoluciones que no tienen por objetivo el derrocar un gobierno para poner otro, sino cambiar las reglas, las relaciones, las actitudes y hasta la estética que viste al poder, son difíciles de concretar.

Podemos soñar, podemos compartir los sueños, podemos unirlos y, durmiendo juntos en un campamento, soñar lo mismo. Pero no podemos concretarlo.

El más grande de los caballeros andantes, el que sus ansias de justicia le llevaban a luchar contra gigantes disfrazados de molinos (qué gran metáfora del poder difuso de la sociedad globalizada), Don Quijote de la Mancha, nunca aceptó que ninguna mujer que se le pusiera delante pudiera ser la Dulcinea de sus sueños. Dulcinea siempre es algo más de lo que se pueda ver o tocar.

Cualquier concreción del sueño revolucionario que se está gestando en el movimiento del 15 de Mayo será insuficiente. Para muchos eso será el signo evidente de la derrota, para otros, y aquí me incluyo, será la prueba feaciente de la victoria del poder ser sobre el ser, la permanente visión crítica que nos llevará a decir que no es suficiente con los cambios que se consigan.

Lo que se cambie no será real, porque siempre será provisional. Lo verdaderamente existente es la ilusión, el auténtico motor de lo que hay es la esperanza.

Seamos realistas, gritemos juntos para no olvidar, para que nuestros sueños sigan siendo compartidos ahora y cuando esto acabe: ¡¡ILUSIÓN Y ESPERANZA!!.

1 comentario:

  1. Esto es lo que hacia falta en España desde hace mucho, no podemos rendirnos, hasta que nos oigan. El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razon.

    ResponderEliminar